miércoles, 15 de febrero de 2012

LA UTILIDAD EN EL DISEÑO

La conocida sentencia «La forma es la función» –inspiradora del movimiento moderno en el primer cuarto del siglo pasado– se aproxima al centenario y, aunque incompleta, conserva buena parte de su vigencia. La forma, dimensión y apariencia deben reflejar la función a la que atienden; de no ser así resultan superfluas, cuando no incómodas o incompletas. Pero no se deduzca de esto negar la forma, su estética y valores simbólicos. No olvidemos que el diseño es también un medio de transmitir valores, ya sean personales, empresariales o institucionales.
Por el contrario, el buen diseño es capaz de resolver la función, ya sea en forma de silla, herramienta, medio de transporte, zapato o interfaz digital, haciendo que ambas –forma y función– sirvan a un mismo fin: hacernos la vida mejor.


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